top of page
  • Writer's pictureDesiree Calderon de Fawaz

I Don't Miss You/ No Te Extraño


¡No te extraño!

porque te escucho

Y, ¿cómo puede uno extrañar así?

Cuando en la vasta oscuridad de la noche

no me dejas dormir

No, no te extraño…

porque te escucho

zambulléndote en la leche del cosmos,

una y otra vez, con gran fanfarria

Dime, ¿te diviertes, amado,

salpicándome con la luz de mil astros?

Dime que las constelaciones,

aquellas que en vida te sirvieron de guía,

ahora se incrustan en tus penachos

de maestro ancestral.

No, no te extraño…

porque te escucho

cuando susurras “¡Nenita!”

con tu suave voz mientras medito

Y me llega ese tono agudo,

carrasposo y sumamente amoroso,

que yacía dormido más de una década

Hoy, como siempre, eres bálsamo que alivia e inspira.

No, no te extraño…

porque te veo

cuando los chicos sonríen

y, tu, con ellos

Y te veo en sus logros,

te veo en su determinación,

de hacer de este un mundo más bello

y de más razón

No, no te extraño

Porque los ideales de libertad y de justicia

germinaron en tus nietos

y en cada lucha que ellos libren

tu volverás a la vida

vestido de guerrero

flechando mortalmente a la ignorancia.

Te dije que no te extraño…

porque te siento

porque, a diario, azotas mi cabellera con tus vendavales

tratando de llamar mi dispersa atención

y te respiro, y te suspiro

y te guardo aquí, en la profundidad celular.

Y te amo en ese rinconcito que es nuestro

aquel de hipocampos, nubes esfumadas,

mares picados, montañas lontanas

Y te amo desde ese espacio infinito

desde esa, nuestra esfera azul,

impregnada de amor y de admiración

mutua

¡No te extraño, te dije!

Porque aun al dejar tu cáscara mortal

no dejas de actuar

de mediar

de inspirar

Y te veo, en acción,

día con día,

como el gran concertista que encubres

marcándonos el compás

No te extraño porque

mi vida

esta pequeña, gran vida

se desliza como un alegre pizzicato entre tus dedos

Tal vez te extrañaría

si estuvieras lejos

pero, ¡cómo si estás aquí!

Y resplandeces como antes

mostrándonos el colmillo de tu astucia

tratando de instruirnos sobre este ajedrez de la existencia misma

No me extrañes tu tampoco

Solo sigue zambulléndote y salpicándome

Sigue, Papito, haciendo vibrar las cuerdas de nuestro corazón

y continua, con buen tino, flechando nuestra razón

Que mientras, mientras yo seguiré

pintando hipocampos sobre el telón.

53 views0 comments

Recent Posts

See All
bottom of page